Buenos días, seguro que alguna vez has escuchado la palabra que da título a la reflexión de este nuevo martes lasaliano: CARISMA. Si váis al diccionario de la RAE, define Carisma como “Don gratuito que Dios concede a algunas personas en beneficio de la comunidad”. Y es que San Juan Bautista de La Salle fue una persona que tuvo el privilegio de entender lo que Dios le pedía. En concreto, ¿cuál diríais que es el Carisma Lasaliano? Pues bien el Carisma del Instituto de

los Hermanos de las Escuelas Cristianas, es decir, aquello que nos da una identidad y una misión peculiar en la Iglesia y para el mundo, está referido a la EDUCACIÓN.

La Regla de los Hermanos, el documento que marca su vida después del Evangelio, dice: “El fin de este Instituto es el de procurar educación humana y cristiana a los jóvenes, especialmente a los pobres, según el ministerio que la iglesia le confía”.

Los Hermanos, Asociados y colaboradores llevan esta Misión adelante “juntos y por asociación”, es decir en Comunidad. Ésta es un elemento fundamental de la identidad lasaliana.

Todos los que estamos involucrados en La Salle, alumnos, padres, profesores, Hermanos, antiguos alumnos... tenemos la responsabilidad de hacer que este carisma no se pierda, la educación cristiana; por eso, cada vez más, están surgiendo nuevas formas de vivir el carisma lasaliano, por ejemplo los ASOCIADOS: ¿Habéis oído hablar de ellos? En otro martes lasaliano os hablaré de ellos. Feliz Martes Lasaliano.