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jueves, 11 de octubre de 2018
Cita en dos minutos

«How I Met Your Mother» («Cómo conocí a vuestra madre») es una serie norteamericana de gran éxito por su buen uso del humor, y que por 9 temporadas alegró a muchos con sus historias de amor, de amistad y de cómo pasar de la juventud a la adultez.

Uno de los personajes principales, Ted Mosby, es un joven arquitecto que en su paso hacia la vida adulta solo tiene una cosa clara: busca a la mujer de su vida para casarse y tener una familia. Justamente por eso la serie se llama así, «Cómo conocí a vuestra madre», pues durante todas las temporadas, Ted narra a sus hijos las historias de cómo se lo pasa buscando a la indicada sin lograr conocerla. En ese sentido, es una serie vocacional, una serie sobre el amor de pareja, sobre los esfuerzos de un joven que, mientras se convierte en adulto, aprende a amar, a renunciar a sí mismo, a discernir y a aceptar el fracaso cuando las cosas no salen del todo bien.

De esas historias del sufrido Ted, de amor y desamor, hay una en particular que llama la atención, pues el tipo, a pasos de comerse un portazo en las narices de forma definitiva, se juega todas sus cartas para conseguir un “sí” de la chica que por ese entonces se robó su corazón y que frente al pretexto de “no tengo tiempo” le había negado cualquier posibilidad de cita... Le propone tener una cita en los únicos dos minutos que tiene disponibles...

Aquí os ofrecemos «Una cita en dos minutos». Te invitamos a mirar este video con ojos "románticos":

Ahora desmenucemos lo que Hollywood nos ha regalado por medio de esta escena, que cabe señalar además que está muy bien hecha, pues todo ocurre siendo grabado en una sola toma; es decir, la cita, aunque ficticia, realmente ocurrió en dos minutos:

  • El amor es ingenioso: porque no se conforma solo con lo establecido, con lo de siempre, busca formas nuevas, como ocurre con cualquier tipo de amor verdadero... también el de Dios.
  • El amor busca lo mejor para el otro, es complaciente: Ted conoce los gustos de su amada. Se nota una investigación, una preocupación previa, se nota que se detuvo a contemplarla e intentar descubrir qué es lo que mueve su corazón. Uno descubre que el amor es realmente amor cuando, haciendo esas cosas, no hay dobles intenciones, cuando el complacer al otro no buscar un premio o una compensación, sino que la generosidad y la renuncia desbordan de forma natural y gustosa.
  • El amor no espera nada a cambio: aunque Ted estaba en plan de conquista, su objetivo era simplemente regalarle dos minutos inolvidables a su amada. No es un trueque en donde luego de todo su esfuerzo él exigiera un “sí” como respuesta. El amor debe ser así; no es una negociación donde doy para luego recibir; sino que el amor se abre camino desinteresadamente.

Lo duro de aceptar esto, es que cabe la posibilidad que amando, nos tengamos que comer un portazo en las narices, tengamos que tragar el amargo sabor de un “no” y que todo nuestro esfuerzo sea ignorado y despreciado. Nada que el mismo Jesús no haya tenido que experimentar al amarnos; nada que una madre o un padre no hayan vivido con sus hijos; nada que una pareja esposos no hayan tenido que soportar, pero amano así, desinteresadamente, amamos mejor.

 

 

 

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO
  • ¿Qué te ha parecido la escena y la ocurrencia de Ted?
  • ¿Crees que serías capaz de preparar todo ese montaje... sin querer nada a cambio?
  • ¿En qué se parece y en qué se diferencia el amor que nos muestra Hollywood con el de "verdad"?
ORACIÓN

Hoy os proponemos rezar con una cita de la Biblia... de la carta de San Pablo a los Corintios...

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
¡VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES! ¡POR SIEMPRE!