LOS DATOS DEL DÍA
jueves, 18 de marzo de 2021
LA SILLA DE RUEDAS

06:30, oigo el despertador. Uf, ya es hora de levantarse, pero si acabo de acostarme... ¿Por qué tiene que estallar ahora este cacharro? Me quedaré cinco minutos más, luego en la autopista los podré recuperar. Cierro los ojos. Lo que pensé que serían 5 minutos se multiplicaron por 8. Como un cohete salgo de mi cama. En la autopista me encuentro en medio de un atasco. Cuando por fin llego a la estación de trenes veo como el tren se marcha por el horizonte. Como era de esperar llegué tarde al trabajo.

En el trabajo, tras la bronca del jefe; 8 horas y media de duro trabajo. Estoy realmente por los suelos.

Mientras estoy esperando el tren para regresar a casa empiezo casi a deprimirme. Pienso lo bien que pudiera estar si tuviera mi propia empresa, podría ganar mucho dinero y ser mi propio jefe. Sigo pensando y soñando llegando a la conclusión de que debo ser la persona más infeliz del planeta.

Justo en este instante pasó algo que siempre recordaré. “Hola señor, me puede ayudar a subir al tren cuando venga”, me dijo una suave y alegre voz que procedía de una adolescente. A pesar de que estaba en una silla de ruedas su rostro resplandecía como un sol al amanecer. “Cómo no, señorita, ¿qué línea de tren va a coger para llegar a su destino?”, le respondí intentando sonreír.

Su tren tardó unos minutos en llegar. Me quedé con las ganas de preguntarle de cómo le era posible estar tan alegre y feliz estando en esa situación. Cómo le iba a preguntar yo, que estaba mil veces mejor que ella. Me puedo mover libremente, puedo ir donde se me antoje sin depender de nadie, puedo practicar cualquier deporte, subir cualquier montaña... Volví a meditar sobre lo infeliz que me sentía antes de encontrar a la chica y empezó a darme vergüenza de haberme sentido así. En el viaje, empecé a repasar en todas las cosas positivas que puedo gozar en mi vida. No tardé mucho y empecé a sentirme bien y contento con ganas de disfrutar del presente a pesar de que tuve un mal día.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

“Cuando los vientos se levantan o cambian el rumbo hay gente que empieza a construir muros, pero otros construyen molinos”. En la vida encontramos muchos vientos, pero en vez de gastar nuestras energías en construir muros podemos construir molinos y ganar energías de estos vientos. ¿Recordamos a la chica en la silla de ruedas? Si hubiese construido muros para detener los vientos se habría agotado y se hubiese deprimido por no poder controlar los vientos. Sin embargo construyó molinos aceptando su situación y enseñando a los demás a ser positivos. En este nuevo día, aprovechemos desde el principio los nuevos vientos.

ORACIÓN

Señor Jesús, en este nuevo día queremos comenzar con fuerza, queremos aprovechar los vientos que nos impulsen hacia rumbos nuevos, hacia situaciones nuevas...

Queremos ver la vida con otro color más optimista, donde cada uno aportemos lo mejor de nosotros, donde luchemos por causas comunes, teniendo siempre presente a los que más nos necesitan.

Que de verdad, tengamos la valentía suficiente para volar y tomar los vientos más favorables.
Gracias Señor por este nuevo día.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
¡VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES! ¡POR SIEMPRE!