Hola amigos. Como es lunes, buena cara. Que no me entere de que hay alguien con las legañas en los ojos a estas horas.

Este fin de semana he estado con unos amigos míos de vuestra etapa. Están en 4º de ESO. Tienen una PSP cada uno que es una pasada. Me enseñaron un montón de juegos, y tengo que deciros que me ganaron siempre. Aunque soy mayor, perdí porque ellos suelen jugar más tiempo que yo, y están entrenados. Después de un rato largo acabamos de jugar, y les pregunté si preferían jugar con la PSP o estar con los amigos. Ellos me dijeron que era mucho mejor estar con los amigos, aunque jugar con la PSP tampoco está mal.

Hay muchos niños que se divierten ellos solos en casa, porque no tienen hermanos y casi tampoco amigos. Así que las máquinas o los video‐juegos suelen ser sus mejores compañeros. Yo creo que lo mejor son los amigos: con ellos hablas, te ríes, juegas. Además, cuando nos juntamos varios amigos somos capaces de inventar nuestros propios juegos, imaginando que somos trabajadores de una fábrica, tenderos de la tienda o maestros de escuela. No desaprovechemos el tesoro que son los amigos.

Antes de comenzar vamos a mirar en silencio a los compañeros de clase, y a decirnos para nosotros mismos: ¡Gracias por estos amigos que están siempre a mi lado!