Hola chicos. Hoy estoy inspirado. Esta vez voy a inventar yo una historia:

“El pequeño Juan y su pandilla jugaban al fútbol. Un rincón de un patio entre casas. Cuatro árboles servían de porterías. Se divertían sin que nadie se metiera con ellos.

Pero allí apareció Andrés. Nadie le vio llegar. Cogió el balón y de un derechazo lo envió al otro lado del jardín de Doña Julia...

¡Había terminado el partido! Doña Julia defendía enérgicamente sus plantas y no consentiría en devolver el balón. Nadie dijo nada. No podían hacer frente a Andrés...

Pero esta vez fue Juan, que estaba enfadadísimo, el que se atrevió... Le dio un empujón a Andrés, que casi lo tira al suelo. Después de esto se dio cuenta de que lo mejor era salir corriendo hacia su casa. Andrés salió disparado detrás de él, hasta alcanzarlo. Una vez atrapado lo agarró zarandeándole. Juan se defendía llamándole: “chulo más que chulo; se lo diré a mi hermano”.

Justo, en aquel momento, apareció el hermano de Juan que era mayor que Andrés y, enseguida, puso fin a aquel problema...”

Es una historia inventada, pero algo nos quiere decir. En la vida hay muchos Juan, que son protegidos por uno más fuerte. Es una buena ayuda. Confiamos siempre en alguien más fuerte que nosotros.